Reflexiones

Las Cosas Importantes de la Vida.

Estas reflexiones, que a continuación transcribo, las he  encontrado entre un compendio de libros, artículos, manuales y tutoriales que alguien me hizo llegar hace ya bastante tiempo, creo que reproduce de una manera concisa, fluida y clara lo más valioso, fundamental y primordial de la vida, ya que a mi modo de ver cada pequeña circunstancia de nuestra vida, de una forma u otra, nos moldea.

A veces, hay personas que llegan a tu vida y tú, de inmediato, sabes que están allí por algún motivo; para enseñarte una lección, o ayudarte a descifrar quién eres, o qué es lo que quieres ser.
Nunca sabes quiénes pueden ser tales personas – un compañero/a de habitación, un/a vecino/a, un/a profesor/a, un/a amigo/a, un/a amante, e inclusive alguien a quien jamás viste antes – pero cuando las encuentras y se miran, en ese momento sabes que afectarán tu vida de manera muy profunda.
A veces te suceden cosas que pudieran parecer horribles, dolorosas, e injustas, al comienzo; pero, en retrospectiva, te das cuenta que, sin vencer esos obstáculos, nunca te habrías dado cuenta de tu potencial, tu fuerza, tu voluntad, o tu valor.
La enfermedad, el daño, el amor, los momentos de verdadera grandeza que dejaste pasar, y la simple estupidez, todos, ocurren para probar hasta dónde llega tu alma. Sin esas pequeñas pruebas, sin importar cuáles sean, la vida sería como una carretera plana, muy bien pavimentada, que te llevaría a ningún lugar.
Sería segura y cómoda, pero aburrida y totalmente sin sentido.
La gente que conoces, que tiene que ver con tu vida, y los éxitos y fracasos por los que pasas, te ayudan a crear quién eres y en quien te vas a convertir.
Incluso puede aprenderse de las malas experiencias. De hecho, a veces son las más importantes.
A quienes te aman, dales amor también, de la forma como puedas hacerlo y no sólo porque te aman, sino porque, de cierta manera, están enseñándote a amar y a abrir tus ojos y tu corazón a las cosas.
A quienes te hieran, te traicionen, o te rompan el corazón, perdónales, porque te han ayudado a aprender acerca de la confianza y la importancia de tener cuidado a la hora de saber a quién abres tu corazón.
Haz que cada día cuente, aprovecha cada uno de tus momentos y aprende de ellos todo lo que puedas, porque tal vez nunca vuelvas a experimentarlos. Habla con la gente con la que nunca antes lo hiciste  y escucha lo que los demás tengan que decirte.
Permítete enamorarte, ser libre  y fijar tus objetivos muy altos. Mantén tu cabeza en alto, porque tienes todo el derecho de hacerlo. Recuérdate que eres una gran persona y cree en ti, porque si no lo haces será muy difícil que los demás crean en ti.
Puedes hacer de tu vida lo que desees. Crea tu propia vida y luego vívela sin ningún tipo de lamentaciones.
Y si amas a alguien díselo hoy mismo, no esperes ni un segundo porque no sabes lo que pasará mañana.
¡Aprende una lección de vida, cada día que vivas! Hoy día es el mañana que te preocupó ayer. ¿Crees que valió la pena?

Autor Desconocido

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¿Qué es el Destino?¿Existe?¿Esta Escrito?

Según las enciclopedias consultadas el destino (también llamado fatum, hado o sino) es el poder sobrenatural, inevitable e ineludible que, según se cree encamina la vida humana y la de cualquier ser a un fin no escogido de forma forzosa y fatídica.

También, hay quien dice que el destino es una sucesión misteriosa e inevitable de acontecimientos que ocurren en diferentes lugares y tiempos, cuya consecuencia es que el pasado afecte a  uno o más hechos futuros, así como al entramado de posibilidades del futuro a causa de las acciones y los hechos presentes y los acontecimientos y eventos pasados.

A menudo, solemos preguntarnos si nuestra vida está programada por entes o fuerzas superiores y si todo lo que hacemos y decimos está escrito y si en verdad somos nosotros los que decidimos o podemos cambiar nuestro destino, estas y muchas más incógnitas vienen a nuestra mente y en algunos casos no queremos discernirlas y evitamos entenderlas pensando que todo forma parte del azar y de la casualidad.

Es precisamente aquí, en nuestras dudas e incertidumbres  donde la palabra "Destino" adquiere toda su importancia y    significado. Ortega y Gasset con su famoso "Yo soy yo y mi circunstancia  y si no la salvo a ella no me salvo yo" ya hizo alusión a la importancia que tiene la naturaleza y la esencia que rodea a cada persona.

¿Nunca os habéis parado a contemplar vuestra vida desde una óptica general y os habéis dado cuenta o presentido  que ha sido conducida, encauzada y encaminada en una dirección ya predeterminada?

Porque, si el destino es una realidad entonces nosotros no tenemos poder de decisión y no existe el libre albedrio, es muy sorprendente saber que nunca decidimos y que vivimos una vida y en un mundo ya programados y que hagamos lo que hagamos no podemos escapar de nuestro destino, esto nos hace sentir que no somos libres y no disponemos de autonomía, pero también  hay quien piensa que al aceptar el destino estamos encontrando la libertad y que estamos más cerca de Dios,  ya que al estar nuestras decisiones ordenadas con el dictamen divino el espíritu entra en armonía y concordia y no somos esclavos de las mentiras de la mente.

Pienso, que nada se creó por azar, al igual que nada existe sin haber sido creado, todo tiene un origen y si tiene un origen estaba predestinado a existir desde el instante en que el principio se manifestó.

Si tenemos el valor de  aceptar nuestro  destino,  deja de tener  sentido el odiar, envidiar, rivalizar y despreciar a los demás, no padeceremos sufrimientos por actos y acontecimientos que vayan en contra de nuestros principios, de las leyes naturales y  materiales, admitiremos con tranquilidad los sucesos de la vida, prescindiremos de  todos nuestros miedos, inquietudes y angustias y nos concentraremos en buscar la perfección, entrando en armonía  con nuestro entorno y tal vez entonces, solo tal vez, empezaremos a comprender la evolución a partir de un principio que es la creación.

En mi opinión y desde un punto de vista estrictamente religioso el destino es un designio de Dios, por lo que intentar cambiarlo es querer  refutar el plan de Dios y creo que.. (Más que creer afirmo) eso nadie puede enmendarlo (solo Él).

Como ya comente en otra entrada, creo que nacemos  y morimos una y otra vez, haciendo una competición en busca de  la perfección de nuestra propia existencia, enmendando errores cometidos en vidas pasadas, repitiendo siempre los mismos hechos importantes, de ahí  la sensación de haber vivido ese momento antes déjà vu (el cual dicen los científicos es posiblemente una anomalía neurológica relacionada con descargas eléctricas indebidas en el cerebro), personalmente no se qué pensar, en algunas ocasiones casi estoy a favor y otras veces(la mayoría) disiento de esta opinión.

No se sabe a ciencia cierta el porqué de los giros inesperados del destino, pero solemos pasarnos toda nuestra vida peleando y  defendiendo aquello en lo que creemos. Pero si hay algo que tengo claro y seguro, es que todos acabaremos por experimentar lo que estábamos  predestinados a vivir (nuestro destino) y poco podemos hacer para cambiarlo.

También, hay quien piensa que el destino lo vamos forjando nosotros mismos día a día con nuestros actos, con nuestro esfuerzos, con nuestra reflexiones, con nuestras decisiones y que es  nuestro propio yo el que nos indica cual es el mejor camino a seguir y que si  utilizamos el destino para justificarnos estamos utilizando un recurso propio de los débiles y los insensatos, porque los únicos responsables de nuestros actos somos nosotros mismos, porque como dijo Antonio Machado:"Caminante no hay camino, se hace el camino al andar".

Para mí, el destino es como un tren, que siguiendo la vía de la existencia nos acerca a través de las estaciones de nuestra vida y a través de túneles oscuros, de puentes, de verdes praderas, de doradas campiñas, de campos nevados, hasta un final inexorable y que no por conocido es más deseado y es que de una u otra manera, tanto si somos nosotros los que elegimos el camino, como si lo eligen por nosotros la terminal de "destino" será siempre la misma, por lo tanto disfrutemos del viaje, aprovechando los momentos buenos que se nos presenten y tratemos de minimizar los momentos aciagos de la mejor manera posible.

¿Qué os parece, existe el destino o por el contrario lo creamos nosotros en el día a día?

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